A Pedro le encantaba fantasear.
Un día descubrió que en su
imaginación podía crear un mundo hecho todo por él y así
lo hizo.
“Será todo de chocolate”, pensó. Y así lo cumplió.
“Allí vivirán los
Reyes Magos y Papá Noel y regalarán cosas todos los días”, y así ocurrió.
“También
habrá un país de helado, un mar de jugo y otro país de regalos y juguetes”, y
así siguió teniendo ideas durante un cuarto de hora.
Al otro día se despertó y vio que su mundo de fantasía era
real. Festejó mucho tiempo pero, después de unos días, descubrió que sus fantasías
no eran las mejores ideas…
El chocolate se pudría y el helado se derretía, los
peces del mundo se habían muerto al no poder respirar entre el jugo, y el país
de juguetes y regalos ya no existía porque tanto Papá Noel como los Reyes Magos
lo habían gastado regalando todas las cosas a la gente.
Así el mundo de
Pedro se iba arruinando.
Como al ser el creador de ese mundo él se había vuelto
el rey, todos se le fueron a quejar y con el ruido no lo dejaban ni dormir la
siesta.
Pedro ya no sabía qué más hacer. Intentaba volver a dormir o
gritar “¡Que todo vuelva a la normalidad!”, pero nada funcionaba.
Un día se le ocurrió
imaginar que todo el mundo fuese como antes y… ¡funcionó!
Pedro se hizo muy famoso por haber reinado ese mágico pero a
la vez trágico mundo.
FIN
Este cuento lo invente hace 3 años.. cuando tenia 10 años.
Este cuento lo invente hace 3 años.. cuando tenia 10 años.
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